La pasada semana la borrasca Celia trajo consigo polvo del Sáhara que tiñó de rojo los cielos en casi todos los rincones de la península y otros países de Europa. Como consecuencia, la baja calidad del aire y un empeoramiento de la contaminación atmosférica con graves efectos sobre la salud de las personas. Y es que bien sea por fenómenos como la calima o por el simple deterioro del aire de las grandes ciudades, los purificadores de aire con luz ultravioleta se revelan como la mejor tecnología para eliminar partículas y microorganismos nocivos.
La calima pone en jaque la calidad del aire que respiramos
Para tomar conciencia del revés meteorológico que hemos vivido esta última semana es preciso aclarar en que consiste la tormenta de polvo del Sáhara llamada coloquialmente calima. Este fenómeno está basado en partículas microscópicas en suspensión en el aire (PM10) -no siempre polvo, también ceniza u otros contaminantes- que traslada el fuerte viento desde zonas desérticas hasta cientos (o miles) de kilómetros de distancia.

Cuando se combina con otros fenómenos como una borrasca, esta puede extender la suciedad, provocar lluvias de barro y suponer un grave riesgo para la salud por la baja calidad del aire, especialmente para las personas con problemas respiratorios. Tal y como indicaba el Índice de Calidad del Aire (ICA), el aire ha sido “desfavorable”, “muy desfavorable” o “extremadamente desfavorable” en el sureste, centro y centro-norte de la península toda la semana pasada a causa de la borrasca Celia.
En las áreas especialmente afectadas del sur del país, las partículas en suspensión fueron diez veces superiores a la media diaria que la Organización Mundial de la Salud (OMS) marca como aceptables, y llegaron a alcanzar los los 400 μg/m3. En esta situación, respirar el polvo del desierto supone exponerse a partículas biológicas tóxicas y alérgenos que pueden contribuir a enfermedades pulmonares crónicas.
Qué medidas tomar ante la baja calidad del aire
La CAMS (Copernicus Atmosphere Monitoring Service) y otros servicios de observación atmosférica tienen como objetivo pronosticar el movimiento y densidad del polvo para poder alertar a la población, como en este caso de calima reciente. Pasada la alarma más severa, las recomendaciones de las autoridades sanitarias han pasado del uso de mascarilla en exteriores y de no estar fuera tiempos prolongados hasta métodos de purificación de aire integrados en el día a día para revertir la baja calidad del aire.

Una de las formas más eficientes de actuar contra la baja calidad del aire es utilizando purificadores de aire que cuenten con tecnología ultravioleta para limpiar de forma eficiente el aire interior. Los aparatos de desinfección UV son adaptables a todos los espacios, desde casas, oficinas o consultas médicas, hasta grandes gimnasios y auditorios que requieren ser desinfectado en presencia de gente. Con la luz de tipo UV-C, es posible eliminar el 99’9% de los virus, baterías, polvo y microorganismos del aire. Esto permite reducir no solo enfermedades respiratorias y alergias, sino también mantener a raya la prevalencia del Covid-19 en espacios cerrados.
La solución contra el aire contaminado: purificadores con luz ultravioleta de Pebblex
Si se trata de asegurar el bienestar dentro del hogar o en el trabajo o lugares de ocio, las soluciones ultravioleta aplicadas a los purificadores de aire ofrecen las máximas garantías para revertir la baja calidad del aire. Los equipos que suministra Pebblex cubren la desinfección de aire, superficies y objetos con su luz de tipo UV-C, especialmente indicada para combatir microorganismos.
Estos aparatos suponen un salto cualitativo con los purificadores de aire estándar, muchos sin filtro HEPA -el filtro homologado por las autoridades europeas para la limpieza del aire-, y aquellos que sí, muy limitados frente a la desinfección UV en cuanto a la capacidad de aire que pueden procesar en periodos de tiempo reducidos y con probada efectividad.

Para desinfectar el aire interior de espacios medianos y grandes, una de las soluciones con más garantías de entre las suministradas por Pebblex es el UVAir 300F de Goldensea UV que inactiva hongos, bacterias y virus – incluyendo el SARS-CoV2 – en museos, salas de espera o platós, entre otros. Cubre cada hora un área de hasta 1.200 m3/h y tiene cuatro velocidades de ventilación adaptables desde silenciosa, baja y media hasta el nivel máximo.
Cuando se necesita mejorar la baja calidad del aire en espacios más reducidos como una habitación de la casa o una pequeña oficina, la solución de Goldensea UV es UVAir 216, con las mismas capacidades de desinfección UV pero en espacios más pequeños. Además, ambas tecnologías pueden controlarse a través del móvil y la Tablet con la app, donde elegir entre cuatro ciclos de aire que van desde 60 a 120 minutos o de forma ininterrumpida, según las necesidades del usuario.
Consulta las características de cada aparato de desinfección en nuestra web y acude a nuestros expertos en desinfección UV para que te recomiende la solución que mejor se adapte a ti. Más allá de lo espectacular del fenómeno de la calima y de las impactantes fotos que nos ha dejado su paso, es esencial que nos aseguremos de estar protegidos frente a sus nocivos efectos para la salud.