Las baterías comunitarias representan una innovación clave en la gestión de la energía y ofrecen una serie de beneficios significativos que las hacen importantes para el futuro de la infraestructura energética. En países como Australia, estamos viendo como cada vez aumentan el número de instalaciones de este tipo, significando un importante cambio en la forma de gestionar la energía en comunidades.
Tabla de contenidos
Diferencias con las comunidades energéticas
Cuando hablamos de baterías comunitarias, es posible que nos suene a comunidades energéticas, pero no son exactamente lo mismo. Una comunidad energética es un concepto más amplio que abarca múltiples aspectos de la generación, gestión y consumo de energía de manera colaborativa y participativa.
Por otro lado, una batería comunitaria es un componente específico de almacenamiento de energía que puede ser utilizado dentro de una comunidad energética o como una instalación independiente para mejorar la gestión energética local.
Beneficios de las baterías comunitarias
Reducción de costos para los consumidores
Al permitir que los residentes utilicen el almacenamiento comunitario, se reduce la dependencia de la red principal. Esto se traduce en menores cargos de red y potenciales ahorros significativos para los usuarios, quienes podrían ver una disminución en sus facturas de electricidad gracias a aplicaciones como el Peak Shaving o el Load Shifting.
Estabilización de la red Local
Las baterías comunitarias ayudan a estabilizar la red al almacenar energía generada por fuentes renovables, como puede ser la fotovoltaica. Esto no solo mejora la calidad de la energía y el voltaje en la zona local, sino que también facilita una mayor integración de energías renovables en la red.
Apoyo a la electrificación y carga de vehículos eléctricos
Al proporcionar una fuente de energía local confiable, las baterías comunitarias apoyan la electrificación de los hogares y la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Reducción de la dependencia de la red
Al almacenar energía durante los períodos de alta producción y liberarla durante los picos de demanda, las baterías comunitarias ayudan a reducir la carga sobre la infraestructura de red existente, mejorando la confiabilidad y resiliencia del sistema energético.
Ejemplos de baterías comunitarias - Pixii en Australia
Una destacada implementación de batería comunitaria es la reciente instalación de Pixii por parte de Ausgrid en Sídney. Esta instalación de baterías, con una capacidad de 160 kW / 412 kWh, forma parte del Programa Federal de Baterías Comunitarias para la Energía Solar Doméstica de Australia.
La instalación de Pixii Powershaper almacena el exceso de energía solar generada por los residentes locales, permitiendo su uso durante la noche o en momentos de alta demanda. Al almacenar energía cuando la generación es alta y la demanda baja, y liberarla durante picos de demanda, ayuda a estabilizar la red eléctrica local. Los residentes pueden reducir sus costos energéticos al utilizar la energía almacenada, beneficiándose de tarifas de red más bajas. Además, se incluyó un cargador de vehículos eléctricos operado por el consejo local, apoyando la transición hacia la movilidad eléctrica.
Una característica innovadora de esta batería comunitaria es su modelo de negocio de almacenamiento de energía como servicio (ESaaS), que permite a las comunidades acceder a los beneficios de una batería sin los costos iniciales. Los residentes pueden optar por este servicio y pagar una tarifa reducida por el uso de la energía almacenada.
Los armarios de Pixii Powershaper, facilitan una mayor adopción de energía solar al permitir a los residentes instalar más paneles solares y almacenar la energía generada. Proporciona una fuente de energía local confiable, mejorando la resiliencia ante interrupciones del servicio eléctrico. Además, empodera a los residentes al darles un mayor control sobre su suministro de energía y fomentar la colaboración en la gestión energética local.
Este tipo de instalaciones son un excelente ejemplo de cómo las baterías comunitarias pueden transformar la gestión de la energía a nivel local, promoviendo la sostenibilidad, reduciendo costos y mejorando la resiliencia de la red.
